What Happens On Tour

WHAT HAPPENS ON TOUR

Desde hace décadas la ciudad de New York  ha sido el epicentro del espectáculo, del cine, la música. Una mítica población a la que se dirigen las bandas aspirantes a la fama para conseguir conciertos y lo más anhelado: un contrato con una disquera. Allí, detrás de las paredes de lujos-y a veces no tanto- departamentos, también residen los músicos que han mostrado su arte a inumerables multitudes.

Así es como éstos jóvenes músicos llegaron a la población, algunos aún en búsqueda de la tan ansiada fama y otros, por otra parte, disfrutando cada gota de ella. Pero no sólo tienen en común el deseo de ser conocidos y ser aclamados por multitudes: todos fueron parte del Painkiller tour el verano pasado, un evento particularmente trágico. Ésta entrega del famoso festival musical comenzó con  el misterioso asesinato de uno de los miembros de las bandas participantes, un crimen que hasta el Sol de hoy no ha arrojado un culpable. Los trabajadores del Staff encontraron el cuerpo inerte de Sam en uno de los escenarios, mucho antes de que abrieran las puertas del lugar. Ese día no sonaron las guitarras, sólo hubo pena y sospechas.

Los rumores afirman que fue el repentino y triste fallecimiento de éste joven lo que logró consagrar el festival del 2015 como el tour maldito. Una serie de conciertos en la que los instrumentos nunca funcionaban, los fans eran heridos por la multitud, los músicos se enfermaban y era normal aparecer  en el estacionamiento con más alucinógenos que sangre en el sistema. Todo, absolutamente todo en el Painkiller del 2015 parecía ir mal, no sólo en lo referente a la organización, sino a un nivel personal para cada ser humano que se acercaba al escenario. Los fans, temerosos de que algo pudiera ocurrirle a ellos o a sus seres queridos, dejaron de asistir a los conciertos, y el festival debió terminar antes de lo planeado.

Si bien todo parecía ir de mal en peor en medio del tour, muchos decidieron poner las manos al fuego y realizar actos que quizá no serían dignas realidades de sus personalidades. Se oyeron cosas, se vieron cosas y hablaron hechos impronunciables para muchos. Ya un año después de tanto caos y desastre que manchó el nombre del Painkiller Tour, la ciudad de Los Angeles abre sus puertas a personas que nuevamente se ven las caras, trayendo recuerdos y malos augurios para muchos.

¿Cuál de todos los presentes tiene más culpa que el compañero a su derecha? ¿Se enteraría alguien de lo que ocurrió durante el trayecto desenfrenado de el tour?, ¿será posible mantener los secretos en ese estado? Que lo que por decisiones egoístas quedo enterrado en el olvido se quede allí para siempre, o quizás... Quizás sea el momento de hablar y divulgar ciertas verdades para alivianar la carga sobre tus hombros, pero eso traería consecuencias.

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