Fate / Insane Eclipse

Es el año 2005, la quinta guerra del grial ha terminado y con ella el anonimato de aquellos que alguna vez vivieron en las sombras de éste mundo. Los hijos de la noche se han atrevido a comenzar con un rito que llevan siglos preparando y que sumirá al mundo en una era donde solo los fuertes sobrevivirán y la sangre será su nueva moneda.

Pero con los Dead Apostles Ancestors financiando sus operaciones mediante el dinero que se ha obtenido legítimamente, tanto la Iglesia como la Asociación se ven con las manos atadas, dejando prácticamente vía libre a los “vampiros” para sumir a la tierra en una oscuridad como no se ha visto en milenios.

Mas la salvación de la humanidad vendrá en la forma más inesperada; el grupo terrorista autodenominado Maverick, conformado por aquellos que buscan un cambio de poderes o simplemente la libertad de los yugos impuestos por sus antiguos amos, ha decidido hacerle frente a la nueva amenaza de la única forma que puede ponerle fin a tan horrendo futuro.

Una guerra del santo grial irregular, donde todo aquel que sea elegido por la falsa copa podrá invocar un espíritu heroico para unirse a las filas de una batalla que ahora envuelve al mundo entero. Mas no todo es lo que parece, entra bajo tu propio riesgo y acompáñanos en una aventura llena de intriga y giros inesperados por la salvación de éste mundo o por su control.

Fate/Insane Eclipse es un foro de temática sobrenatural basado en los trabajos de Kinoko Nasu, que se resumen mas no se limitan en la saga de Fate, Tsukihime, Rakkyo, Mahou Tsukai no Yoru, Tsuki no Sango, Notes, Mahou Tsukai no Hako, Canaan, DDD, Fire Girl, The Room of the April Witch, Girl’s Work entre otros.

Un par de ojos cargados con la luz de la anticipación contemplaban el insondable cielo nocturno, vigilando la luna en su continuo ascenso a la cima de la cúpula celeste, esperando el momento indicado. Hacía poco el silencio había caído, tras el término de la llamada que las féminas habían escuchado con emoción creciente. El reporte de uno de sus subordinados había despejado las dudas, permitiendo que el camino se mostrara claro y sin obstáculos por primera vez desde hace ya mucho tiempo; la búsqueda de 500 años de la vampira, y el sueño más breve pero no por ello menos importante y ambicioso de la magus, estaban llegando a la recta final del sendero que los convertiría en realidad, dándoles lo que tanto habían esperado, aquello por lo que habían luchado y arriesgado tanto.

La confirmación de su infiltrado en la Torre del Reloj había propiciado el inicio de la cuenta regresiva de uno de los pasos más importantes de su plan cuidadosamente trazado. Los Dead Apostle Ancestor comenzaban a moverse hacia la finalización de su ritual tan esperado y que a tantos preocupaba. Los acontecimientos se sucedían uno tras otro, tal y como lo habían planeado y, aunque el momento se había adelantado, de todos modos tenían lo necesario para proceder.

–Debemos darnos prisa, ya es la hora. – Dijo la Magus, con voz que a duras penas contenía la emoción. Habían actuado de forma oculta, en silencio por demasiado tiempo; su propia naturaleza exigía ser aplacada, traer algo de caos, comunicar al mundo su existencia con una gran explosión que hiciera temblar los cimientos de la falsa paz que había en aquel mundo que permanecía oculto tras el velo de la ignorancia del ser humano.

La mujer a su lado simplemente asintió en conformidad y se giró para ingresar a la cueva que permanecía en aparente calma a sus espaldas. Así entraron juntas, las dos mujeres que habían orquestado el caos que se cerniría más temprano que tarde, sobre el mundo cuyo frágil equilibrio pendía de un hilo que de un momento a otro, sería cortado. Esperaban ser ellas las que sostuvieran las tijeras que dieran el golpe que sumiría al mundo, lenta pero inexorablemente, en el caos total para que, cuando se despejaran las llamas de la guerra, se pudieran alzar de las cenizas del nuevo mundo que controlarían a voluntad.

Tras recorrer los intrincados túneles subterráneos que parecían formar un laberinto natural, cuyo único camino seguro conocían unos pocos, ingresaron a un espacio más amplio; una suerte de caverna ubicada cientos de metros bajo tierra, naciendo desde las mismísimas entrañas del planeta. En aquel gran espacio, 50 figuras permanecían de pie, formando un amplio círculo; las figuras, todas encapuchadas, eran iluminadas por la luz trémula de incontables antorchas. En el centro de aquel círculo, solo había un gran agujero, el abismo del que manaba de forma constante una gran cantidad de energía mágica concentrada, carente de forma y de todo tipo de “alineación” que le diera la naturaleza de algún elemento particular. Era simplemente energía pura que permanecía a la espera de ser utilizada, de que se le diera un objetivo, un propósito.

La vampira que acababa de entrar dio un paso fuera de la tierra, permaneciendo suspendida en el aire sobre aquella masa amorfa que permanecía en el fondo del profundo agujero. Levitó sin problemas hasta quedar en el que sería el punto central del amplio círculo de figuras cuyos rostros permanecían ocultos; allí se quedó, suspendida en el aire, a la espera de que la magus que la había acompañado, tomara su lugar en el círculo, justo en frente de donde se encontraban los escalones formados por rocas y tierra, creados por obra de la magia para hacer un camino hacia lo que yacía en el fondo del lugar. Sin embargo, nadie decidió bajar, pues en ese momento no era necesario, todos estaban en el lugar correcto, esperando en silencio que la pequeña figura en la que todos tenían la mirada clavada, les dirigiera la palabra.

La mujer retiró, con parsimonia que desmentía la impaciencia que solo la magus que le había hecho compañía había visto en el pasado, la capucha que había llevado; y como un ejército entrenado, que había recibido una señal, todos siguieron el ejemplo, revelando finalmente sus rostros ante todos los demás. Se contemplaron con sorpresa los unos a los otros, como si solo hasta ese momento, les fuera desvelada la identidad de cada uno.

–¡Sean todos bienvenidos! – La voz clara de la figura que ocupaba la parte central, calmó de inmediato el silencioso escrutinio a que se sometían los unos a los otros.

–Esta es la primera vez que tantos de nosotros nos reunimos en un solo lugar. – Prosiguió mientras giraba sobre sí misma, sin desplazarse de su lugar, abarcándolos a todos con un gesto de sus manos, al tiempo que encontraba la mirada de cada uno.

–En el pasado insistimos en mantener en secreto la identidad de nuestros seguidores, incluso ocultando de ustedes la de los demás. – Ya tenía la atención absoluta de cada individuo.

–Todos fueron asignados en pequeños grupos, actuaban por separado para proteger el secreto de nuestra existencia; y hasta ahora, ha funcionado. Ni la Asociación de magos, ni la Iglesia, sospechan siquiera que nosotros existimos. Pero por fin ha llegado lo que todos esperaban, el momento en que nos toca mover ficha.

"El poder en nuestro mundo ha permanecido en manos de unos pocos que no han sabido dirigir; han gozado, por demasiado tiempo, de los privilegios, sin hacerse cargo de su papel como es debido. Todos los aquí presentes han sido reprimidos, víctimas de los deseos egoístas de los demás, pero ya es el momento de que todo termine; ya es el momento de que alguien le ponga fin, de que nosotros le pongamos fin,  al orden actual de las cosas." Los rostros de todas y cada una de las silenciosas figuras comenzaban a reflejar emoción, adoración por las palabras que tocaban la parte más profunda de sus corazones, despertando deseos albergados por un tiempo demasiado largo.

–Ha llegado la hora de que luchemos por el mundo que deseamos; un mundo en el que nosotros estaremos en la cima, pero ¿por qué ahora? ¿Por qué vamos a actuar antes de lo que estaba previsto? Simple… Porque si no lo hacemos ahora, todo lo que deseamos se nos podría escapar, deslizarse lejos, escurriéndose como agua entre nuestros dedos. – Los presentes no pudieron evitar el hablar entre ellos, compartiendo con sus compañeros las teorías que tenían con respecto a la declaración de la vampira.

–Si, amigos míos, algo amenaza nuestros sueños de un futuro mejor; gracias a nuestra amplia red de información, nos han llegado noticias de algo que he temido por mucho tiempo. – Todos cesaron de hablar y tras una pausa dramática, la vampira prosiguió.

–Los Dead Apostle Ancestors han comenzado a moverse finalmente – Muchos palidecieron ante la mención de aquel “nombre” que parecía llevar aparejado el terror más sublime, como si la mismísima esencia del miedo y el peligro se pudiera condensar, formando tres simples palabras que amplificaban aquellas sensaciones, trascendiendo las superficiales barreras del conocimiento y la comprensión humana.

"Buscan llevar a cabo un ritual, uno que desatará sobre el mundo una gran amenaza; si eso sucede, todos nuestros esfuerzos habrán sido en vano. Si el mundo peligra, si la humanidad completa es asediada por un ente capaz de tanta muerte y destrucción, no quedará nada sobre lo que gobernar."

–Sí, para ver nuestros sueños cumplidos, mucha gente debe morir; pero si ese ritual es completado, todo desaparecerá en la nada, y eso es algo que no podemos permitir – La mayoría comenzó a asentir con la cabeza.

Se comenzaron a oír pequeños murmullos de aceptación ante las palabras, quizás ligeramente exageradas, de la fémina. Por un momento, las miradas de la vampira y de la magus se encontraron, en un momento de comprensión absoluta. No revelarían los detalles del peligro que se cernía sobre su plan, compartirían solo lo estrictamente necesario para que sus fieles seguidores estuvieran al tanto, al tiempo que procuraban no alarmarlos con visiones de amenazas ambiguas y males que escapaban de toda comprensión humana; a su manera, aquellas dos figuras en torno a las cuales se había erigido prácticamente un culto, se preocupaban por sus seguidores, cuidaban de ellos como podían, para que todos juntos cumplieran el sueño que compartían, y hacer realidad aquella distante utopía que podían vislumbrar, por primera vez en mucho tiempo, más cerca que nunca.

–No poseemos los medios para enfrentar a criaturas tan poderosas como los Dead Apostle Ancestors, pero aquí, justo debajo de mí, yace el arma que hemos preparado y que tendremos que activar. Solo hay un tipo de criaturas capaces de plantarles cara: Los espíritus heroicos. – Hizo una pequeña pausa en su discurso, para permitir que el peso de sus palabras se colaran en sus mentes. Ella odiaba las interrupciones, y todos los ahí presentes lo sabían, así que nadie osaba interrumpir, aunque unos pocos lo habían hecho ya.

–Algunos habrán escuchado de una guerra que se lleva a cabo cada cierto tiempo en la ciudad de Fuyuki, Japón. Ahí es posible invocar a siete espíritus heroicos; seres que trascienden por mucho el poder del ser humano. Sin embargo, su cantidad es limitada, al igual que su campo de acción; pero nosotros hemos estudiado el sistema de aquella guerra, y logramos crear nuestro propio sistema.

"La gran masa informe de energía mágica que yace a mis pies, y que impide ver cualquier cosa que pueda haber bajo ella, es una réplica del Gran Grial de Fuyuki, una copia que difiere en gran medida del original, aunque está vinculado a él. Nuestro propio Gran Grial es alimentado por las líneas ley circundantes, y permitirá que se pueda invocar a espíritus heroicos fuera de la Guerra de Fuyuki. Hemos distribuido pequeñas réplicas de este falso Grial por el mundo, en las proximidades de cada gran fuente de prana. Esas réplicas alimentan a nuestro Grial, lo que le da la energía suficiente para repartir sellos de comando que dan el derecho a invocar a espíritus heroicos"

"Nuestro Grial no concede deseos, esa no es su función, pero permitirá invocar en cualquier parte del mundo una cantidad prácticamente ilimitada de Servants. No pudimos terminar de afinar el sistema, y se han presentado algunos imprevistos… - Hizo una pequeña pausa en su discurso, tan minúscula que a duras penas podría haber sido percibida; y, sin embargo, en aquel diminuto lapso de tiempo –la breve extensión de un par de segundos- cabía un mundo de desconcierto y pesar; sí, ni siquiera ella misma comprendía la extensión de lo que había sucedido –una traición, disidencia en las filas- que era lo que, después de todo, había causado en parte la presipitación de su actuar, y la imposibilidad de controlar por completo el “arma” que habían creado.

-Así que no podremos controlar el proceso de selección, sin embargo, no podemos esperar; que nuestro Grial fuera alimentado por suficiente energía era lo que necesitábamos para activarlo. El camino hacia el Trono de los Héroes ya está abierto, y podremos utilizarlo; aquellos de nosotros que seamos elegidos tendremos que hacer las invocaciones."

"Quienes sean seleccionados procuren elegir cuidadosamente el Servant invocado, ya que no contamos con la promesa de un deseo cumplido para garantizar su lealtad, y los sellos de comando poseen un uso limitado. Con nuestros medios podemos proporcionarles catalizadores dignos, no escatimaremos esfuerzos para crear nuestro propio ejército, pero tengan cuidado, sean prudentes, pues la invocación repentina de una indeterminada cantidad de Servants, llamará la atención de aquellas organizaciones que podrían intentar detenernos si nos descubren."

Sus palabras eran recibidas con la atención de los devotos como si estuvieran recibiendo instrucciones de su dios; tanto ella como la magus, con su carisma innato habían cautivado a sus seguidores. Las personas rara vez actuaban por aquello que creían justo, pero si tenían un líder fuerte que los guiara, tendían a seguir ciegamente las instrucciones; y en eso se habían convertido aquellas dos mujeres, en el eje central de una organización creada por y para ellas; una organización en la que cada uno tenía un lugar, donde pocos tenían el poder, pero al mismo tiempo, donde cada individuo era una pieza esencial; todos ahí tenían un papel que desempeñar, y todos eran apreciados por ello.

–Todos aquí conocen lo que debemos hacer ahora; los necesitamos para activar nuestra arma; una vez hecho, todos deberán volver a los lugares a que fueron asignados. Lleven nuestro mensaje hasta que el último de los nuestros esté enterado; pero manténganse en el anonimato, aún no es el momento de que nuestra existencia salga a la luz; reservaremos aquel último secreto justo hasta el momento en que todos se encuentren más vulnerables.

Con aquellas últimas palabras terminó su discurso; los gritos que denotaban comprensión y conformidad no se hicieron esperar y, una vez aquel despliegue terminó, todos se cogieron de las manos, para comenzar a recitar el cántico que activaría el “arma” que habían preparado con tiempo y paciencia. Aquel no era el final de su búsqueda, sino solo el principio de la batalla; pronto el mundo sería consciente de una verdad ignorada por todos: que en la guerra y en la venganza, el más débil es siempre el más feroz.